Tanto en la fotosíntesis como en la respiración celular, las plantas intercambian gases con la atmósfera:
- Durante la fotosíntesis, la planta toma dióxido de carbono y desprende oxígeno.
- Durante la respiración celular, toma oxígeno y desprende dióxido de carbono.
Durante el día, la planta realiza tanto la respiración celular como la fotosíntesis y durante la noche, solo realiza la respiración celular, por lo que toma oxígeno y desprende dióxido de carbono.
Las plantas necesitan alimentarse para formar sus tejidos, y lo hacen absorbiendo del aire el co2 y el o2 y del suelo el agua y las sustancias minerales.
Los principales minerales que toman del suelo son el nitrógeno (para el desarrollo de la fotosíntesis) el fosforo (para el desarrollo de raíces y frutos) y el potasio (para la realización de muchas funciones como la respiración o el transporte de azúcar). En las plantas, el intercambio gaseoso se realiza principalmente a través de estomas y lenticelas.
Estomas o pneumátodos: Formados por un par de células epidérmicas de forma arriñonada. Para el intercambio gaseoso forman un orificio denominado ostiolo que se cierra automáticamente en los caso de exceso de CO2 o de falta de agua.
Los estomas suelen localizarse en la parte inferior de la hoja, en la que no reciben la luz solar directa, también se encuentran en tallos herbáceos.
Lenticelas: Se encuentran diseminadas en la corteza muerta de tallos y raíces. De modo típico, las lenticelas son de forma lenticular (lente biconvexa) en su contorno externo, de donde se les viene el nombre.
Normalmente están orientadas vertical u horizontalmente sobre el tallo, según la especie y varían en tamaño, desde apenas visible a tan grande como de 1 cm o aún de 2,5 de largo. En árboles con corteza muy fisurada, las lenticelas se encuentran en el fondo de las fisuras.
Estructura de los estomas.-Son usados para el intercambio gaseoso con el medio. El oxígeno y dióxido de carbono son intercambiados con el ambiente a través de estos poros. La adquisición de dióxido de carbono y el intercambio de oxígeno son fundamentales para que se desarrollen los procesos de fotosíntesis y respiración de las plantas. Sin embargo, su apertura también provoca la pérdida de agua de la planta en forma de vapor a través del proceso denominado transpiración.